Iluminar de manera correcta un espacio de trabajo puede llegar a aumentar la productividad del empleado y combatir sentimientos de depresión y ansiedad. 

La iluminación es un factor clave para el buen desempeño en un ambiente laboral. Esto puede influir al momento de realizar una tarea, por lo que es capaz de afectar la productividad de manera positiva o negativa. 

Una buena iluminación en el espacio de trabajo permite trabajar con comodidad y ayuda a no forzar la vista, resalta y contribuye al diseño del ambiente y es capaz de destacar el estado de ánimo del colaborador. Por otro lado, tener una mala iluminación puede afectar sobremanera al trabajador ya que se verá obligado a forzar su cuerpo para desarrollar las tareas diarias. Esto se puede ver reflejado en problemas como mareos, dolor de cabeza, fatiga, problemas en la vista, y en el peor de los casos, hasta ansiedad y depresión. 

“Una alteración causada por una escasez de exposición solar provoca sensaciones como fatiga, depresión, déficit de atención… El cuerpo, por tanto, durante el día necesita una cierta cantidad de luz para seguir produciendo las hormonas adecuadas y así disfrutar de un mejor estado de ánimo, reducir el estrés, la fatiga... En general, mejoran las capacidades cognitivas que permiten realizar las tareas diarias con más éxito”, así lo describe el blog First Workplace, quien hace hincapié en la importancia de una buena iluminación.

Hermata, empresa de arquitectura española, menciona en su blog que los expertos recomiendan que que la iluminación en una oficina debe oscilar entre los 500 lux y 700 lux. “En cuanto al color, para las zonas de trabajo lo más recomendable es la luz blanca, que facilita la concentración. En las zonas de descanso podemos conseguir un ambiente más relajante empleando una luz cálida”, especifican en la nota. 

El arte de la iluminación 

Sabiendo todos los beneficios que trae a la productividad y desempeño del empleado, es necesario que las oficinas cuenten con una correcta iluminación. Havells-Sylvania, empresa fabricante de productos de iluminación, brinda algunos consejos basándose en las recomendaciones del IESNA (Illuminating Engineer Society of North America).

Iluminación en los espacios de trabajo

Procura usar plenamente la luz natural
Aprovechar la luz que el sol brinda a través de ventanas o puertas. De todas formas, es importante recordar que la iluminación no debe ser del todo natural. También debe ir mezclada con artificial, teniendo en cuenta que los rayos solares afecten directamente el espacio de trabajo, ya que puede causar deslumbramiento o un aumento considerable de la temperatura. 

Además, recomiendan instalar luces regulables e interruptores para controlar y reducir la luminosidad o resplandor. 

El tipo de lámpara
Se recomienda optar por lámparas LED que emiten menos calor. Esta debe ir encima de la mesa y usada mayormente para actividades que no ocupen la computadora como escribir sobre algún papel, revisar documentos, ordenar facturas, etc. Siempre el bombillo debe apuntar justo a la superficie de trabajo. Para el escritorio, lo más práctico es una lámpara de brazo móvil y extensible, que permita moverla al sitio en el que estamos trabajando. 

Las luces blancas
Estos tipos de luces ayudan a aumentar la concentración y, por ende, la productividad del trabajador. En cambio, las luces en tono amarillento son más usadas para crear ambientes cálidos que invitan al trabajador a relajarse.

Luces de techo
Las luces deben estar ubicadas en los costados del lugar de trabajo y apuntar oblicuamente. Los techos técnicos, como describen el grupo de arquitectos Hermata, permiten la distribución de luz homogénea en todo el espacio, ya que cuentan con una iluminación integrada. Por ende, evitarán contrastes o deslumbramientos demasiado intensos. 

Las bombillas LED brindarán una mejor iluminación y traerán un ahorro considerable a la empresa, ya que está comprobado que consumen muy poca energía. Además, es una forma de cuidar el medio ambiente debido a que los bombillos de este tipo carecen de mercurio y otras sustancias tóxicas; también son reciclables.

Prestar atención a la iluminación del espacio de trabajo brinda no solo comodidad a las personas, es también una forma indirecta de aumentar la productividad y bienestar del trabajador. Está comprobado que un espacio bien iluminado incita al trabajo y contribuye al buen estado de ánimo, llegando a combatir males como la depresión, ansiedad y el estrés. Por lo que, más que simplemente colocar un par de bombillos, debe estudiarse el espacio con la ayuda de expertos para brindar el mejor ambiente laborar a todos en la oficina.